No, María Jesús Montero no ha dimitido. La política sevillana se mantiene como vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, funciones que ejerce desde 2018. Además, conserva su puesto como vicesecretaria general del PSOE.
Aunque ha sido señalada mediáticamente por los escándalos que salpican a miembros de su entorno, Montero no ha renunciado ni ha manifestado intención alguna de hacerlo.
¿Por qué se ha relacionado a Montero con una posible dimisión?
La confusión surgió a raíz de la dimisión de José Antonio Marco Sanjuán, presidente del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC), un alto funcionario del Ministerio de Hacienda, institución liderada por Montero.
Marco Sanjuán fue señalado por supuestos pagos irregulares para favorecer a empresas en trámites fiscales, lo que desató una ola de críticas hacia el Ministerio. Este escándalo se interpretó en algunos sectores como una señal de debilidad dentro del equipo de Montero.
Sin embargo, la ministra fue clara al desvincularse de cualquier irregularidad, calificando las acusaciones como “bulos” y justificando la salida de Marco Sanjuán por “motivos personales”. El Gobierno, por su parte, aceptó la dimisión y ya ha nombrado a un sucesor.
La dimisión de Santos Cerdán también impactó en su imagen
A este episodio se suma la reciente renuncia de Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, implicado en el llamado caso Koldo, una presunta trama de corrupción en contratos públicos.
Montero, quien había defendido a Cerdán públicamente, confesó sentirse “profundamente traicionada” tras su dimisión. “Puse la mano en el fuego por él”, expresó visiblemente dolida.
Este escenario ha colocado a Montero en una posición compleja dentro del panorama político, avivando las críticas por parte de la oposición, en especial del Gobierno andaluz, que ha pedido abiertamente su dimisión.
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