Un experimento científico realizado en 2012 en el desierto de Sonora, México, cobra nueva relevancia tras la tragedia aérea del vuelo de Air India que se estrelló el pasado 12 de junio en Ahmedabad, dejando 260 muertos y un solo sobreviviente.
En aquel experimento, organizado por Channel 4 y la productora Dragonfly, un Boeing 727 fue estrellado de forma controlada para estudiar la seguridad de los asientos en caso de accidente.
Los resultados fueron claros: las probabilidades de sobrevivir aumentaban considerablemente para los pasajeros que se ubicaban cerca de las salidas de emergencia y en la parte trasera del avión.
Una predicción cumplida
A 13 años de ese experimento, el único sobreviviente del siniestro aéreo de Air India, el británico Vishwash Kumar Ramesh, se encontraba precisamente en uno de los asientos identificados como más seguros: el 11A, justo detrás de una salida de emergencia.
Según relataron medios como Daily Mail y Doordarshan, Ramesh logró escapar por esa puerta tras el impacto del avión contra un edificio residencial poco después del despegue.
“Pensé que iba a morir, pero abrí los ojos y vi que estaba vivo. Me quité el cinturón y salí de allí”, contó Ramesh desde el hospital, donde se recupera de múltiples lesiones y quemaduras en el brazo.
El accidente aéreo en India
La aeronave, un Boeing 787, había despegado de Ahmedabad rumbo a Londres, pero apenas alcanzó 122 metros de altitud cuando ambos motores fallaron.
“Mayday… sin empuje, perdiendo potencia, incapaz de levantar”, fue el último mensaje del piloto Sumeet Sabharwal, quien contaba con más de 8,000 horas de experiencia.
El avión se precipitó sobre una zona densamente poblada, provocando la muerte de todos los ocupantes menos uno, además de decenas de personas en tierra. Entre las víctimas figuran 53 británicos y un político cercano al primer ministro Narendra Modi.
Investigación en curso
La Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de la India abrió una investigación formal, con la colaboración de expertos de la NTSB, FAA, Boeing y General Electric. La caja negra ya fue recuperada y se analizan fallos técnicos, posibles errores humanos o impacto de aves, como ocurrió en el famoso “Milagro del Hudson”.
Mientras tanto, el grupo Tata, propietario de Air India, anunció compensaciones de 10 millones de rupias a las familias de las víctimas. El accidente ha vuelto a poner sobre la mesa la importancia de la ubicación de los asientos en la seguridad aérea, un debate que, trágicamente, encuentra en la historia de Vishwash Kumar Ramesh un ejemplo real.
Nota hecha con apoyo de IA.
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