
Jalin White, un joven de 20 años, lanzó a su bebé de ocho meses contra una pared en un ataque de frustración mientras jugaba un videojuego.
El incidente ocurrió el pasado 5 de noviembre y dejó al menor en estado crítico, con lesiones graves que incluyen fracturas de cráneo, hemorragias cerebrales, seis costillas rotas y una clavícula fracturada.
Según declaraciones recogidas en los documentos judiciales, White admitió que el bebé “se estaba poniendo pesado en sus brazos” mientras perdía en el videojuego, lo que lo llevó a reaccionar violentamente.
“Escuché el golpe en la pared. Fue un sonido fuerte“, confesó el padre que vive en Estados Unidos.
Los médicos han realizado una craneotomía de emergencia para aliviar la presión en el cerebro del menor, pero las perspectivas de recuperación son sombrías.
Además, las fracturas en las costillas sugieren antecedentes de maltrato previo, intensificando las preocupaciones sobre el historial de abuso en este caso.

White enfrenta una condena de hasta 62 años de prisión por abuso infantil, pena que podría agravarse a cargos de homicidio si el bebé no sobrevive.
Actualmente, permanece detenido bajo una fianza de 100,000 dólares (más de 2.5 millones de lempiras) mientras el sistema judicial evalúa los cargos adicionales en su contra.