La coincidencia inquietante que une a dos sobrevivientes de tragedias aéreas

La coincidencia inquietante que une a dos sobrevivientes de tragedias aéreas

Dos accidentes aéreos, en países distintos y con décadas de diferencia, tienen algo en común más allá del horror: el único sobreviviente de cada tragedia iba sentado en el asiento 11A.

La primera historia ocurrió en diciembre de 1998. El vuelo TG261 de Thai Airways se estrelló al intentar aterrizar en un pantano de Tailandia.

El accidente dejó decenas de muertos. Entre los sobrevivientes emergió un rostro conocido: Ruangsak Loychusak, famoso cantante tailandés.

Logró salir del fuselaje cubierto de barro, pero caminando, como si una fuerza inexplicable lo hubiera protegido. Su asiento: el 11A.

Ruangsak, marcado por el trauma, no volvió a subir a un avión durante diez años. En entrevistas posteriores, afirmó haber sentido “una presencia” que lo cubrió justo antes del impacto. Aquel número quedó grabado en su mente como un símbolo de vida.

Casi tres décadas después y a más de 4,000 kilómetros de distancia, un nuevo accidente vuelve a encender la alarma. El vuelo AI171 de Air India, con destino a Mumbai, cayó tras despegar. Las imágenes del siniestro recorrieron el mundo: fuego, humo, caos.



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